ISO 9000: Más allá de la organización

Transformar una organización no es cosa sencilla, pero si de verdad te interesa el cambio, entonces esta es una herramienta que modifica, inclusive, el lenguaje organizacional, hablando ahora de procesos, métricas, evidencias y mejoras, entre otras cosas, la experiencia me ha dicho que no siempre se logra al primer intento, pero la perseverancia tiene recompensas y cuando las tengas notarás que el cambio ha comenzado y no hay vuelta atrás. Ciertamente, no te puedes sentar y esperar a que por sí solo cambie, pero en la medida que siembres y donde caigan las semillas verás los frutos, algunos escasos, otros regulares y otros más abundantes.

Recuerda que detener el cambio no es posible, pero orientarlo a que te dé mejores resultados, sí puedes hacerlo y te voy a dar un tip para el siguiente nivel: esta metodología también la puedes llevar a tu casa, a tu vida y a tu día a día. ¡Sí, increíble! Pero la aplicación de ISO refleja en el hogar, grandes resultados y, por supuesto, cambia el ambiente familiar; no tiene que ser estricto y documentar procesos, medirlos, etc. Para el hogar es más sencillo, solo observas, modificas y repites. ¿Cómo me di cuenta? Bueno, en realidad, prácticamente todo lo que hacemos son procesos, solo tenemos que observarlos y aplicar de manera más sencilla las mejoras y, por supuesto, con un equipo reducido que es tu familia. Son más rápidas porque muchos de esos procesos son de una o dos personas. ¡Inténtalo! Escoge un proceso, obsérvalo, medítalo y piensa qué podrías cambiar. Consúltalo con quien también interviene en el proceso, decidan un par de cambios y cuando lo vayan a ejecutar, aplica las estrategias de mejora, continúa haciéndolo y verás cómo comienzan los cambios.

Y si solo eres tú, y quieres ser más productivo, el proceso es más fácil, identifícalo, sé consciente de los cambios que requieres, aplícalos y persevera. Notarás las mejoras prácticamente de inmediato.